
Seguro que alguna vez has sentido que, por más que lo intentas, no consigues avanzar en tu vida personal o profesional. Te esfuerzas, das vueltas a las cosas, pero sigues en el mismo punto. Como si algo invisible te retuviera, sin saber exactamente qué es ni cómo solucionarlo.
Si te identificas con esta sensación, quiero decirte algo: no estás sol@, y mucho menos estás rot@. Lo que sientes tiene una explicación y, lo más importante, tiene solución. En este artículo, te compartiré tres claves que te ayudarán a desbloquearte y recuperar la motivación.
1. Identifica tus bloqueos internos
Muchas veces, el verdadero freno no está fuera, sino dentro de nosotr@s mism@s. Son nuestras creencias, miedos e inseguridades las que nos mantienen en el mismo lugar.
Algunas señales de que podrías estar autosaboteándote son:
• Procrastinas continuamente y evitas tomar decisiones importantes.
• Sientes que no eres lo suficientemente buen@ para conseguir lo que quieres.
• Temes equivocarte y prefieres no arriesgarte.
• Piensas que ya es demasiado tarde para hacer un cambio.
¿Te suena? Estas creencias limitantes pueden estar condicionadas por experiencias pasadas, la educación recibida o el entorno en el que creciste. Pero no tienen por qué definir tu futuro.
👉 Ejercicio rápido: Piensa en un objetivo que te gustaría alcanzar y escribe todas las razones por las que crees que no puedes lograrlo. Luego, cuestiónalas una a una. ¿Son realmente ciertas o simplemente las has dado por válidas sin comprobarlas?
2. Aprende a gestionar tus emociones
El estrés, la ansiedad y la frustración pueden hacer que nuestra energía y motivación se desvanezcan. Muchas veces, no es que no tengamos la capacidad de avanzar, sino que nuestro estado emocional nos impide ver con claridad el camino.
Algunas estrategias para mejorar tu gestión emocional son:
🌱 Tomar conciencia de cómo te sientes sin juzgarte. Date permiso para sentir.
🌱Incorporar técnicas de Mindfulness o respiración consciente en tu rutina.
🌱Aprender a regular tu diálogo interno y ser más amable contigo mism@.
🌱 Practicar el autocuidado: descanso, alimentación, ejercicio y tiempo para ti.
Gestionar tus emociones no significa ignorarlas o reprimirlas, sino aprender a escucharlas y manejarlas de una forma saludable.

3. Empieza con pequeños cambios
A veces, el problema no es la falta de claridad o motivación, sino la sensación de que el cambio es demasiado grande o complicado. Por eso, lo mejor que puedes hacer es empezar con pequeños pasos.
No necesitas cambiar tu vida de un día para otro. Empieza con algo sencillo:
✨ Haz una lista con pequeñas acciones que te acerquen a lo que quieres.
✨Cambia una sola cosa en tu rutina diaria que te haga sentir mejor.
✨ Rodéate de personas que te inspiren y apoyen.
✨Sé paciente contigo y celebra cada avance, por pequeño que sea.
Lo importante es moverse, porque cuando tomas acción, la claridad llega sola.
**Conclusión: La transformación empieza por ti!
Nos leemos pronto.
Raquel